Escribí esto un martes 17 de diciembre del 2023 a las 23:39 pm, no se cuando voy a enviarlo, pero la fecha y la hora es relevante en este newsletter…
Hola, se que fui inconstante el último trimestre del año, he tenido la mente ocupada con otros temas. Fue un periodo muy particular, lleno de contrastes, en algunos momentos sentí aruñar el cielo y en otros me sofocaba el calor del infierno, bien raro todo.
Ayer platicaba con mi madre y le decía que el cierre del año no se alineaba con mis planes iniciales. Sin embargo, me siento satisfecho y aprecio que las cosas terminen como debían y no como yo pensaba. A principios de año les dije que quería dejarme llevar por el ritmo de la vida, porque estaba harto de planear y que nada sucediera y así fué. Algunas cosas empeoraron, otras mejoraron, y muchas simplemente cambiaron. Quizá suena a palabrería barata de esa que nada más dice uno a final de año; para mí, el 2023 fue así.
Quiero compartir dos razones por las que escribo hoy. La primera aquí y la segunda al final de este correo. Me preguntaba cómo resumir todas las lecciones y emociones del año en una frase, y después de reflexionar, encontré mi respuesta: “No te esfuerces por tener una vida extraordinaria, esfuérzate por maravillarte con lo ordinaria que es la vida.”
Déjame contarte que me llevo a esta conclusión
Desde que soy chiquito he escuchado la palabra esfuérzate. Creo, valoro y respeto esa palabra, pero no quiero enseñarle a Regi que se esfuerce para parecer admirable.
Mucho tiempo viví con la presión de parecer admirable, como si mi valía dependiera del reconocimiento externo. Este año, comprendí que ese esfuerzo por ser admirado es, en sí mismo, el camino hacia la estupidez.
Me quiero tatuar muchas cosas, pero de las primeras que me tatuaré será FAKE, no sé con qué otras palabras unirla tal vez con all is (como el título), ya lo decidiré después, pero hoy no tengo dudas de que todo es falso. Me doy cringe por haber sido falso conmigo mismo por tanto tiempo, por haberme forzado a parecer quien no soy, por haberme vestido como no me gustaba, por haber ido a cenar con los que me caen mal y por peinarme como siempre odié, por dormir con gente que no amaba y por no amar lo suficiente a quien merece mi amor, y por toda esa mierda que he hecho por agradar a los demás, para que me vean con buenos ojos, solo para parecer admirable, cosa que al final nunca se logra.
Vístete para ti, baila para ti, canta para ti. Este año decidí que lo que quiero hacer el resto de mi vida es arte, porque entendí que el arte no está para satisfacer gustos externos, sino para colmar y calmar mi propio ser.
Por cierto, tengo unas piezas montadas en la “Casa Cultural Manuel Sedas” van a estar hasta el 6 de enero. La serie que estoy exponiendo se llama: “I wanna see you naked againandagainandagainandagain”y explora mi percepción sobre el amor, desamor, sexo, fragilidad humana, conciencia, auto-descubrimiento y espiritualidad
.
Bueno esto fue un pequeño anuncio, continuo…
La validación externa jamás llenó mis vacíos internos, la anduve buscando y correteando para concluir que no la necesito, que mi identidad y valor están arraigados en algo más grande, Dios.
Un amigo me recordó hace poco que somos seres ordinarios y que eso está bien. Esta idea fue el cierre que necesitaba mi proceso y me llevo a terminar de aceptar lo simple como valioso.
Hoy estoy seguro que quiero enseñarle a Regi a alegrarse al comer un boli de grosella, quiero enseñarle que la miel y el plátano son sabores que vale la pena mezclar, que llorar por una mascota que muere es lo más sano que podemos hacer y que extrañar a la gente que se va de nuestras vidas es normal, pero no es para siempre. Quiero enseñarle que una caricia puede cambiar por completo nuestro día, que una herida hay que curarla y que el presente es lo único que tenemos. No quiero poner la presión en mi hija de esforzarse por parecer admirable, quiero tatuarle en el alma que lo ordinario puede cobrar vida y volverse extraordinario.
Aprendí este año que hay amigos que son como hermanos (ustedes saben quienes son <3), que la familia siempre es una prioridad, que la música salva y sana; yo me pierdo y ella me encuentra. Aprendí que el amor es la fuerza más grande de este plano y que como el de mamá no hay dos y sobre todo que lo ordinario puede ser extraordinario.
No quiero nunca más sacrificar mi autenticidad para agradar a otros. Me preparo para construir mis sueños desde un lugar real, genuino y con la consciencia plena de que separado de Dios, nada soy.
Te deseo felices fiestas y que estés en una constante búsqueda por la inspiración que necesites para cambiar aquello que no te gusta de tu vida.
Nos leemos el próximo año
Escribí escuchando la radio de una canción que se llama “Llorando en la limo” de mi artista más escuchado de este año C. Tangana. La música de C. Tangana me ayudo en todo mi proceso creativo, me hizo reconectar conmigo, tocó emociones que tenía reprimidas y me llevo a un lugar seguro. Joaquín Sabina dijo hace tiempo que el rap era analfabeta, pero podría encontrar varias brechas en donde Sabina es más analfabeta que el rap.
Animo
D
p.d. Segunda razón…
Yo no pensaba escribir hoy, honestamente quería tomar vodka, pero aquí estoy extrañando mucho a Armando, de todos mis amigos era el único que me decía que si a tomar vodka con frangelico, escuchar jazz random y jugar juegos de mesa cansadísimos en martes.
Como el morro anda alimentando wallabies, entonces me puse a escribir esto.
Te dedico este newsletter, amigo.